
Nuestros océanos hacen posible la vida en la tierra. Producen más de la mitad del oxígeno que respiramos y son una fuente de alimento, ingresos y recreación para las personas de todo el planeta. Los océanos también absorben grandes cantidades de dióxido de carbono, lo que los convierte en una gran línea de defensa contra el colapso climático.
Pero nuestros océanos y la vida marina en ellos están más amenazados que nunca. La sobrepesca, la basura marina, la contaminación industrial y la perforación en alta mar contribuyen a la pérdida de vida marina.

Hoy en día, menos del 8% de los océanos están protegidos legalmente, y solo el 2% está realmente prohibido para la pesca y otras actividades humanas. No se ha alcanzado un objetivo global del 10% para 2020, tampoco en Europa .
Pero este año, los gobiernos de todo el mundo tendrán otra oportunidad de compensar eso. Se reunirán del 11 al 24 de octubre en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Biodiversidad para acordar nuevas formas de proteger y restaurar la naturaleza, tanto en tierra como en los océanos.